El aceite de pescado es una fuente natural de ácidos grasos omega-3. Son fundamentales en nuestra dieta, ya que estimulan la actividad muscular y el crecimiento celular, entre otros beneficios. Como nuestro cuerpo no puede producirlos, se incorporan a través de los alimentos o los suplementos.
Este tipo de aceite contiene dos clases de omega-3: el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA). Estos ácidos provienen de los pescados grasos, como el salmón, la caballa y la trucha, y de los mariscos, como los mejillones, las ostras y los cangrejos. Lo ideal es consumirlos asados o hervidos (no fritos), al menos dos veces por semana.
Algunas nueces, semillas y aceites vegetales contienen otro tipo de omega-3 llamado ácido alfalinolénico (ALA). Otra fuente de omega-3 son los suplementos de aceite de pescado que vienen en líquido, cápsulas y pastillas. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) ha aprobado medicamentos omega-3 recetados para varias indicaciones, incluidos niveles de triglicéridos muy elevados.
Beneficios para la salud
En investigaciones sobre el uso regular de aceite de pescado para afecciones específicas, se han demostrado efectos en:
- Enfermedades cardiovasculares: podría reducir los eventos coronarios, pero no los accidentes cerebrovasculares. De todos modos, se necesitan más estudios para determinar los efectos de su uso regular en personas con patologías de origen cardíaco.
- Triglicéridos y colesterol altos: pueden reducir significativamente los niveles de triglicéridos en sangre. También parece haber una leve mejora en el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL o «bueno»), aunque también se observó un aumento en el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL o «malo»).
- Artritis reumatoide: podrían ayudar a reducir el dolor, mejorar la rigidez matutina y aliviar la sensibilidad en las articulaciones en las personas con artritis reumatoide. Si bien el alivio suele ser moderado, podría ser suficiente para reducir la necesidad de medicamentos antiinflamatorios.
Algunos datos sobre el aceite de pescado
- Casi no contiene mercurio, en cambio, la ingesta de algunos tipos de pescado presenta riesgos por su contenido en este metal pesado.
- Si bien en general es seguro, el consumo excesivo puede aumentar el riesgo de sangrado y de sufrir un accidente cerebrovascular, o inhibir la respuesta del sistema inmunológico.
- No está claro si es seguro para personas alérgicas a los mariscos.
- Puede ocasionar efectos secundarios leves como mal aliento, sabor a pescado en la boca, acidez, náuseas, diarrea o erupciones.
No hay nada mejor que una dieta y un estilo de vida saludable, en lugar de optar por suplementos. De todos modos, si eliges consumir aceite de pescado, busca productos confiables, cotejando que tengan los sellos de control de calidad. Y recuerda evitar las megadosis, ya que se han relacionado con un mayor riesgo de sangrado y fibrilación articular. Lo ideal, antes de empezar a utilizarlos, es que hagas la consulta con tu médico de cabecera.