Un alimento etiquetado como “sin T.A.C.C.” implica que no incluye trigo, avena cebada o centeno en su elaboración. Por su contenido de gluten, estos cereales generan inflamación digestiva a los pacientes celíacos o con intolerancia a esta proteína.
En rigor de verdad, la denominación correcta debería ser T.C.C., ya que la avena no contiene gluten en forma natural. Lo que ocurre es que no llega pura al mercado, sino “contaminada” con trazas de gluten de los otros cereales perjudiciales para los celíacos. De todos modos, es posible encontrar avena pura, etiquetada “sin gluten”, que ha sido procesada especialmente, y es apta para celiacos.
Qué es la celiaquía
La celiaquía es una condición hereditaria que genera una intolerancia al gluten que se manifiesta con la inflamación crónica de la mucosa del intestino delgado. Esto disminuye la capacidad de absorción de nutrientes del organismo, causando malestar y deficiencias nutricionales.
La enfermedad puede aparecer la primera vez que el paciente ingiere un alimento con gluten, o manifestarse tardíamente en la adultez. Y una vez detectada, la enfermedad celíaca condiciona la calidad de vida de la persona afectada y también de su grupo familiar, ya que se deben tomar especiales recaudos en la elaboración de los alimentos y la manipulación de utensilios.
Síntomas de la enfermedad celíaca
Algunos de los síntomas característicos de esta patología son los vómitos, diarrea, anemia, baja de peso, pérdida de apetito, inflamación abdominal y estreñimiento. En niños y adolescentes, puede provocar retraso en el crecimiento, baja estatura y peso y retraso puberal.
En algunos pacientes la celiaquía es asintomática. Pero en todos los casos, el único tratamiento eficaz para contrarrestar esta enfermedad consiste en una estricta dieta sin gluten. Se estima que uno de cada tres adultos tiene inconvenientes para seguir una dieta sin gluten.
Todo esto se debe a una mala interpretación del etiquetado de los productos alimenticios, y también al elevado costo de los productos libre de gluten. En la actualidad, las dietas «sin gluten» se han puesto de moda, aun entre personas que no son celíacas, a pesar de que hay pocas pruebas científicas de que representen beneficios específicos para la salud de los tolerantes al gluten. De todos modos, este aumento del consumo ha beneficiado a los celíacos con una mayor diversidad de opciones. Lo único que deben priorizar es la lectura cuidadosa de etiquetas, para cerciorarse de que el alimento sea efectivamente apto para ellos.
Una dieta sin gluten
La dieta libre de gluten ayuda a recuperar las vellosidades intestinales y a reducir los síntomas de adultos celíacos en solo dos semanas. En los niños, el proceso toma un poco más de tiempo.
Algunos de los alimentos libres de gluten que pueden ser consumidos por los celíacos son:
- Huevos
- Cereales: arroz, maíz, quinoa, trigo sarraceno
- Maní, almendras, nueces y semillas
- Carnes y pescados
- Aceites, manteca y crema de leche
- Embutidos y fiambres libres de gluten
- Café
- Leche, yogurt (solo los aptos)