¿Qué es la fibromialgia?

Basta con buscar “fibromialgia” en el sitio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene un buscador por enfermedad, para empezar a percatarse que todavía existe poca información sobre esta enfermedad: en el listado de enfermedades, directamente no aparece.

Según el American College Of Rheumatology, la fibromialgia afecta a casi el 4% de la población.

Algunos incluso se cuestionan si “es una enfermedad real”. Según una publicación reciente de la Escuela de Medicina de Harvard, “la parte que altera más de la fibromialgia es poder ser diagnosticado. Ya que no existe un test específico que concluya que una persona tiene o no esta enfermedad. Pero la verdad es que la fibromialgia es una enfermedad real. Y aunque no haya cura, hay varias formas de llegar a un diagnóstico preciso”.

Entre los síntomas más frecuentes, se pueden incluir:

  • Dolor generalizado en el cuerpo
  • Dolor y rigidez muscular
  • Fatiga
  • Dificultades para dormir
  • Problemas del estado de ánimo

La causa

Aún se desconoce qué origina la fibromialgia. “Los médicos consideran que esta condición podría ser provocada más por una actividad cerebral que esencialmente es como que enciende el volumen de las respuestas a nivel nervioso”, explica la Escuela de Medicina de Harvard.

El tratamiento

Existen solamente tres medicamentos aprobados por la FDA para el tratamiento de la fibromialgia: la Pregabalina (aprobada en junio de 2007), la Duloxetina  (el segundo medicamento aprobado, en 2008,  por la FDA para esta condición) y Milnaceprán (2009).

Estas drogas reducen el dolor y mejoran la función en algunas personas con fibromialgia. Tal como publicó la FDA en el artículo “Viviendo con Fibromialgia” (2014), los medicamentos aprobados afectarían la liberación de los neurotransmisores en el cerebro.

También, algunos médicos sugieren realizar algunos ejercicios que mejoren la elasticidad e incrementen la relajación, como yoga, meditación y tai-chi.

Lo cierto es que, a pesar de que sea difícil el diagnóstico, es muy importante consultar a un médico clínico si aparecen algunos de los síntomas descriptos anteriormente, para que, a su vez, pueda indicar algunos estudios o una interconsulta con un especialista.

 

Fuentes: Clínica Mayo y Escuela de Medicina de Harvard

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