Psoriasis: lo que hay que saber

Las personas que tienen psoriasis pueden presentar diferentes síntomas. Según la Clínica Mayo, los síntomas más frecuentes son:

  • Manchas rojas en la piel cubiertas con escamas gruesas y plateadas
  • Pequeños puntos escamados, más común en niños
  • Piel seca y agrietada que puede presentar sangrado
  • Picazón, ardor o dolor
  • Uñas engrosadas, picadas o acanaladas
  • Inflamación en articulaciones y rígidas

Brotes que aparecen y desaparecen

Una de las características que genera más consulta es que las manchas de psoriasis pueden implicar unos puntos de escamas, parecidas a la caspa, hasta convertirse en erupciones que abarcan grandes superficies.

Además, la mayoría de las personas que tienen psoriasis presentan ciclos, con brotes que pueden extenderse por semanas o incluso meses, y que después disminuyen o hasta pueden entrar en remisión.

Causa

Se desconoce la causa que provoca la psoriasis. Según los expertos, está relacionada con un problema del sistema inmunitario que provoca un crecimiento muy acelerado de las células de la piel y genera una acumulación sobre la superficie, formándose manchas rojas que sobresalen y que pueden picar. Esto puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque es más frecuente en cuero cabelludo, rodillas, codos y torso.

¿Es contagiosa la psoriasis?

Cualquier persona puede tener psoriasis. Aunque es más frecuente entre los 15 y 35 años. Si bien no es contagiosa, puede transmitirse de padres a hijos.

¿Por qué aparece?

Tal como explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., “las células cutáneas normales crecen en lo profundo de la piel y suben hasta la superficie aproximadamente una vez al mes. Cuando una persona tiene psoriasis, este proceso ocurre en 14 días en lugar de 3 a 4 semanas. Esto resulta en la acumulación de células muertas en la superficie de la piel, formando una acumulación de escamas”.

Estos factores pueden desencadenar un brote:

  • Infecciones bacterianas o virales
  • Picaduras e infecciones de las vías respiratorias altas
  • Aire seco o piel seca
  • Lesión en la piel, cortaduras, quemaduras, picaduras de insectos y otras erupciones cutáneas
  • Medicamentos como betabloqueadores, litio o antipalúdicos
  • Estrés
  • Exposición a la luz solar: carencia o exceso
  • Sistema inmunitario debilitado

Tratamientos

  • Tratamientos tópicos: cremas, lociones y pomadas para aplicar directamente sobre la piel. También, cremas con corticosteroides y con vitamina D.
  • Tratamiento con luz (fototerapia): se aplica luz ultravioleta (UV) natural o artificial, aunque siempre hay que tener cuidado de no sobreexponerse.
  • Medicamentos por vía oral o inyectable. Para los casos más graves o cuando la persona no responde a los otros tratamientos.

Fuentes: Clínica Mayo / Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU.

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