El Esquema Nacional de Vacunación incluye 18 vacunas obligatorias y gratuitas, y busca que la población (sin importar la edad), esté inmunizada contra ciertas enfermedades prevenibles. Las mujeres embarazadas deben recibir las vacunas para alejar los riesgos a los que puedan estar sometidos tanto ella como su hijo. Y en el caso de los niños menores de 18 años, es responsabilidad de los padres o sus representantes que se cumpla con esta obligación. El carnet de vacunas es obligatorio en todo el sector salud; en este documento gratuito único e intransferible se lleva el registro y control de las vacunas que se han aplicado.
Movimientos Anti Vacunas
Hay personas que por motivos sanitarios, religiosos, científicos, políticos o filosóficos, creen que las vacunas y el acto de vacunarse supone un mayor perjuicio para la salud que el posible beneficio que pueda aportar. Esta postura ha afectado la inmunización en algunos países, con un aumento de la morbilidad y la mortalidad por infecciones producidas por enfermedades que casi estaban erradicadas.
Conoce el calendario de vacunación completo
En los años 1999/2000, por ejemplo, apareció en Holanda un brote de sarampión en una escuela perteneciente a una comunidad religiosa que no acepta las vacunas. Y en 2003, los líderes religiosos de Nigeria, en rechazo de la medicina occidental, recomendaron suspender la vacunación contra la polio y el sarampión. Hoy ese país acumula más de la mitad de casos mundiales de polio y en sus países limítrofes aumentó la cantidad de brotes de la enfermedad.
Puro beneficio
A pesar de los movimientos opositores, a lo largo de la historia las vacunas han demostrado que -si bien pueden tener efectos adversos en algunos casos-, impiden que la población se enferme o muera. Por eso las vacunas, junto con el acceso al agua potable, son las mayores intervenciones humanas para mejorar la calidad de vida de la población ya que ayudan a salvar millones de vidas al año.
La vacunación es un acto colectivo, no individual. Por ejemplo, una persona hipertensa decide o tomar la medicación para controlar la presión, puede tener consecuencias personales. Pero cuando una persona decide no vacunarse, contribuye a mantener la proliferación de los gérmenes que pueden afectar a personas susceptibles de contagiarse. Porque las vacunas protegen a toda la población, no solo a quienes se vacunaron,y por eso es obligatoria en la mayoría de los países.
