Poliomielitis: ¡no olvides la vacuna!

El 24 de octubre se celebra el Día Mundial contra la Polio en homenaje a Jonas Salk, investigador estadounidense que desarrolló la vacuna que logró prevenir esta enfermedad.

Qué es la poliomielitis

La poliomielitis o polio es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta el sistema nervioso central, especialmente de los niños. Puede causar inflamación del cerebro y de las neuronas motoras de la médula espinal, llegando a causar atrofia muscular, parálisis temporal o permanente, deformidad y hasta la muerte. La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas y muchas se recuperan sin complicaciones, pero otras pueden experimentar dolor de garganta, fiebre, cansancio, náuseas, dolor de cabeza de estómago.

Se transmite por vía oral de una persona a otra, ya que el virus se transporta en el agua o con alimentos contaminados con materia fecal de la persona infectada. Al llegar al intestino, el virus se multiplica y se elimina, propagándose entre unos y otros. Aunque es una enfermedad infecciosa, puede combatirse y evitarse con la vacunación.

Historia de la vacuna 

Después de diversas teorías y avances científicos, el doctor estadounidense John Franklin Enders, especialista en Bacteriología e Inmunología, logró, en 1949, cultivar el virus que causa la polio. Luego, el microbiólogo estadounidense Jonas Salk, trabajó varios años hasta que logró desarrollar una vacuna inyectable. Los primeros en probarla fueron algunos voluntarios, entre los que figuraba el mismo Salk, su mujer y sus tres hijos; todos generaron anticuerpos contra el virus, y no enfermaron.

Dos años más tarde, Albert Sabin, otro virólogo estadounidense, desarrolló una vacuna más eficaz que reemplazó a la inyectable, donde solo se necesita ingerir dos gotas de jarabe en forma oral. Esta nueva inmunización hoy se conoce con el nombre de trivalente.

Ninguno de los investigadores patentó su invento, ya que no centraron su interés en el rédito económico, sino en que la vacuna se diseminara por el mundo lo más rápido posible. Gracias a ellos, hoy la polio está erradicada en gran parte del mundo gracias a la vacuna.

Sin embargo, el virus sigue siendo una amenaza en países envueltos en conflictos violentos, donde es difícil llevar a cabo las campañas de vacunación. Por este motivo, la enfermedad sigue siendo endémica en Afganistán, Pakistán, Nigeria, Oriente Medio y países del cuerno de África (Somalia, Etiopia y Kenia).

Campañas de vacunación contra la polio

Las campañas para vacunar a los niños contra la poliomielitis deben continuar porque todavía hay familias que, pudiendo hacerlo, no vacunan a sus hijos por desconocimiento o por posturas filosóficas o religiosas. Es necesario informarse y divulgar información sobre esta enfermedad con familiares, amigos y conocidos, y resaltar la importancia de vacunar a todos los niños.

Los niños usualmente deben recibir 4 dosis de la vacuna contra la polio, a los 2 meses, 4 meses, de 6 a 18 meses, y luego entre los 4 y los 6 años. La mayoría de los adultos no necesitan la vacuna porque lo más probable es que ya la haya recibido cuando eran niños; de no ser así, también deben recibirla.

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