Obesidad en el mundo: 800 millones de casos

La obesidad y el sobrepeso han alcanzado proporciones epidémicas, y las tasas de obesidad casi se han triplicado desde 1975 y han aumentado casi cinco veces en niños y adolescentes. En la actualidad hay en el mundo 800 millones de personas con obesidad, de todas las edades y grupos sociales.

La región de las Américas tiene la prevalencia más alta con un 62,5% de adultos con sobrepeso u obesidad (64.1% de los hombres y 60.9% de las mujeres). De ellos, el 28% de la población adulta es obesa (un 26% de los hombres y un 31% de las mujeres).

La epidemia no es ajena a los niños y adolescentes; de acuerdo con las últimas estimaciones de UNICEF, la OMS y el Banco Mundial,  el 33,6% de los niños, niñas y adolescentes de 5 a 19 años están afectados por sobrepeso u obesidad. Y en niños y niñas menores de 5 años, la cifra alcanza un 7,3%. El panorama es desolador, ya que  para 2030 se espera que la obesidad infantil aumente en un 60%, alcanzando los  250 millones de casos.

Una enfermedad con múltiples causas

En la sociedad, las raíces de la obesidad son profundas.  Para tener un impacto real sobre ella hay que abordar sus múltiples causas:

  • Biología: el cuerpo humano tiene mecanismos integrados para protegerse de la inanición, y esto  puede hacer difícil mantener la pérdida de peso.
  • Alimentos:  los alimentos ultraprocesados que ahora se ven en todo el mundo, están contribuyendo al rápido aumento de la obesidad.
  • Riesgo genético:  nuestros genes son responsables de entre el 40 y el 70% de la probabilidad de desarrollar obesidad.
  • Acceso a la sanidad: sin acceso a profesionales de la salud capacitados, la mayoría de las personas que sufren de obesidad no llegarán a alcanzar y mantener un peso saludable a largo plazo.
  • Acontecimientos de la vida:  la vida prenatal, la edad adulta temprana, el embarazo, las enfermedades y los medicamentos pueden influir en el aumento de peso.
  • Marketing: existe una relación compleja entre los sistemas alimentarios y la salud, ya que la comercialización de los alimentos tiene un vínculo conocido con la obesidad.
  • Salud mental: los síntomas de algunos trastornos mentales, y sus medicamentos asociados, pueden provocar un aumento de peso.
  • Sueño: la falta de sueño altera las hormonas que pueden afectar el peso, al igual que los niveles elevados de estrés.
  • Estigma: la discriminación de peso y el estigma pueden tener consecuencias importantes para alguien con obesidad.

Fuente: Federación Mundial de la Obesidad

 

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