Mente sana, cuerpo sano

Por Máster Magna Da Silva, Psicología Clínica

El estrés, la falta de afecto y el desánimo alteran a las hormonas que modulan el sistema inmune, y, en consecuencia, predisponen a las enfermedades infecciosas, dificultan el cicatrizado de las heridas y pueden agravar el curso de algunos cánceres y de otras enfermedades.

PSICONEUROINMUNOLOGÍA

Las evidencias científicas apuntan a que las emociones y/o situaciones negativas – aislamiento social, depresión, ansiedad, estrés sostenido, desempleo, relaciones interpersonales tensas – estimulan la producción de hormonas (cortisol, catecolaminas, citoquinas) que tienen amplios efectos sobre las células de la sangre (linfocitos), que normalmente se ocupan de neutralizar y destruir los agentes infecciosos.

Para mantener una mente sana ante el aislamiento social, comparto estas diez claves para mejorar el patrón de pensamiento y, por ende, conductual:

1. Anímate porque estás haciendo lo correcto

No te centres en que no puedes salir, sino en que estás haciendo algo bueno. Quedarte en casa no es una pérdida de tiempo, es lo más responsable que puedes hacer y tu forma de ayudar a los sanitarios y a la población que está en riesgo de enfermar gravemente por culpa del coronavirus. Quedándote en casa salvas vidas. Lo mejor de todo es que cuanta más gente cumpla con esta indicación, antes podremos salir de nuestro encierro y todos saldremos ganando.

2.Intenta no obsesionarte con el tema

La información está bien, la sobreinformación no. Mantente informado viendo las noticias o consultando la web de algún medio fiable una vez al día, pero no necesitas más. Dedica tu tiempo a otras actividades más constructivas y agradables y que no estén relacionadas con este tema para no agravar tus sentimientos negativos.

3. No te aísles en tu propia casa

Tener que estar en casa no implica tener que estar aislado. Habla a diario con tus amigos, tu familia; intentando aportarles calma y tranquilidad. Pon la tecnología de tu parte y organiza videoconferencias con tus seres queridos para daros ánimos y contarse el día a día.

4. Por primera vez tienes tiempo, aprovéchalo

Hay recetas que siempre quisiste probar y nunca has tenido tiempo de ponerte a ello. O pon a funcionar esa máquina de coser que te regalaron hace un par de años y lleva desde entonces en un rincón acumulando polvo. O recupera tu gusto por la escritura o la pintura. Pon la creatividad a funcionar a tu favor, que no todo puede ser estar en el sofá viendo series.

5. Puedes (y debes) moverte

Incluso en el salón de tu casa. Descárgate videos de ejercicios, recupera aquellos que se hicieron famosos por hacerte bailar, consulta tutoriales de YouTube, etc. Hacer un poco de ejercicio cada día te ayudará a combatir el estrés y la ansiedad.

6. Pide ayuda a tu red de apoyo

El confinamiento puede generar malestar psicológico y puedes tener malos momentos. No pasa nada. Reconoce los sentimientos negativos, respira hondo y pide ayuda a tu red de apoyo. Tampoco está de más que reserves en familia un “espacio seguro”: un sitio al que acudir cuando empezamos a sentir que las emociones nos sobrepasan para estar solos cinco minutos y poder practicar algún tipo de respiración relajante hasta que pase lo peor.

7. Mantén un horario, especialmente si hay niños en casa

Nada de dejar de ducharte, comer cuando tengas hambre, como si no existiera el reloj o ponerte a limpiar los baños a la una de la madrugada. Tienes que establecer una nueva rutina porque dotar al día de estructura nos ayuda a gestionar el estrés. La rutina y la planificación son imprescindibles en estos momentos y si hay niños en casa, más.

8. Es hora de practicar mindfulness

En circunstancias como las actuales tendemos a proyectarnos en el futuro y esperar lo peor de él. No anticipes y menos aún si es para darte un paseo por el fatalismo mental.

Es hora de centrarse en el presente y en las cosas que sí puedes hacer porque están bajo tu control.

9. Practica el autocuidado.

Exponte todos los días 20 minutos a la luz del sol cada día (si no tienes terraza basta con una ventana), come sano, sigue unos horarios para levantarte y acostarte. En definitiva, cumple con los parámetros de una vida sana. Ya sabes, mente sana cuerpo sano.

10. Evita el modo paranoia

Si eres de las que disfruta pensando que “no nos cuentan toda la verdad”, por favor, haz una pausa en el argumento de tu capítulo paranoico unipersonal (y mucho menos difundas tus teorías por internet o las redes). La información está ahí, accesible a todo el mundo. Con estar en casa, mantenerte sano y activo y cuidar de los tuyos, tienes bastante como para añadir a la lista una teoría de la conspiración. Basémonos en los hechos.

Artículo escrito por MSc. Magna da Silva, Psicóloga Clínica

Para consultas online, escribir a [email protected]

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Recomendaciones obtenida del Colegio Oficial de Psicología de Madrid.

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