Los mejores tips para comer sano y rico en familia

Muchas veces lograr que nuestra familia coma sano puede parecer una misión imposible, pero no tiene por qué ser así. El primer paso puede ser un cambio de hábitos,  ya sea por problemas de salud que obliguen a adoptar  otra forma de comer (alergias alimentarias, sobrepeso, diabetes, problemas hormonales, etc.) o sencillamente por haber entendido que el sabio Hipócrates -padre de la medicina-  tenía razón cuando decía “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina, tu alimento.”

La comida real no tiene por qué ser aburrida o insípida. Y comer sano no es sinónimo de preparar todo a la plancha o al vapor, ni de ser un esclavo de la cocina. La idea es cocinar en casa, alimentos de todo tipo, con ingredientes frescosy de la mejor calidad posible. Y nunca está de más preparar cada plato con amor y disfrutarlo en familia.

Lo que no hay que hacer

Hay casas donde los más pequeños se niegan a comer un plato de carne o verduras y solo quieren las patatas. Esto puede provocar el llamado “síndrome del restaurante”, donde las madres, con tal de que los niños se alimenten, les preparan solo eso que les gusta.  En general son pobres desde el punto de vista nutricional, además de representar más trabajo y un montón de frustraciones.

Tampoco hay que caer en la comodidad. Cocinar solo lo que les gusta a los menores hace que se repitan los mismos platos, que no suelen ser los más nutritivos y sanos. Hay estudios que aseguran que aproximadamente el 80 % de los padres con hijos quisquillosos sienten que tienen poco control sobre lo que comen sus hijos. Y casi un 75 % accede a sus requerimientos con tal de que ellos coman. Además, la escasa variedad en las comidas implica menos nutrientes en la dieta.

Consejos de oro para comer mejor

La falta de tiempo nos hace caer en excesos y elegir mal los alimentos, causando sobrepeso y exponiéndonos  a un mayor riesgo de enfermedades. Para comer bien, incluso en los días más ocupados,  la Clínica Mayo da estos sencillos consejos:

1. Planificar comidas en familia al menos una vez al día:  una comida agradable y sin apuro promueve el vínculo familiar y mejora la probabilidad de acceder a un plato bien balanceado.

2. Cocinar por adelantado: cocinar doble porción y congelar el resto para tener a mano comidas rápidas los días muy ocupados.

3. Llenar la despensa con alimentos simples y sanos: pastas de trigo integral, verduras frescas y congeladas, frutas frescas y enlatadas, pan 100% integral, carnes sin grasa, salsa, frijoles secos en conserva, yogur y queso bajo en grasa o magro no pueden faltar en casa.

4. Elegir algo rápido pero saludable: hay alimentos nutritivos y bajos en calorías, como platos congelados con salsa y una guarnición. Es una buena opción en los días ocupados, pero antes de comprar hay que leer bien las etiquetas de calorías, grasas y sodio.

5. Ahorrar tiempo: comprar frutas y verduras pre-cortadas, carnes precocinadas, quesos bajos en grasa rallados y ensaladas envasadas. También pueden ser frutas o verduras enlatadas,  que siempre hay que enjuagar antes de consumir.

6. Armar una lista de ideas simples de menú: hay recetas que incluyen alimentos comunes y toman 20 minutos o menos y son ideales para los días en que tenemos poco tiempo. Planificar las comidas por adelantado y tener en casa opciones saludables ayuda a comer bien, aun cuando tengamos poco tiempo o pocas ganas de estar en  la cocina.

Una alimentación saludable y baja en calorías no tiene por qué ser complicada.

 

Fuente: Clínica Mayo

 

 

 

 

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