Linfedema: qué es y cómo se trata

El día 6 de marzo se celebra el Día Internacional del Linfedema. Se trata de una enfermedad crónica que puede aparecer luego del tratamiento quirúrgico del cáncer de mama, y afecta al 20 o 30 % de las mujeres diagnosticadas con este tipo de cáncer.

Síntomas y signos de la enfermedad

El signo más evidente del linfedema es el engrosamiento de los brazos, las manos, las mamas o el torso como efecto secundario de la cirugía por cáncer de mama, la radioterapia o ambas. La disección de los ganglios linfáticos axilares es el factor de riesgo principal del linfedema; estos ganglios son extirpados por el cirujano durante una mastectomía o lumpectomía, como parte del tratamiento del cáncer de mama en una etapa temprana.

La aparición del linfedema evita que el líquido linfático fluya normalmente a través del cuerpo. Con el tiempo, este líquido se acumula en el tejido existente entre la piel y la capa que recubre los músculos de la zona afectada. Otros síntomas son la sensación de piel tirante, menor flexibilidad en las articulaciones comprometidas, cambios de sensibilidad y temperatura de la zona afectada.

Medidas de prevención

  • Usar ropa y accesorios que no compriman la zona afectada.
  • Evitar el calor excesivo en la zona afectada.
  • Proteger la piel del sol y mantenerla hidratada.
  • Evitar golpes y heridas en el brazo, ya que la lesión puede derivar en una infección.
  • No hacer esfuerzos físicos, como levantar objetos pesados.
  • Controlar patologías que puedan incidir, como sobrepeso, obesidad e hipotiroidismo.

Tratamiento

La manera más acertada de abordar esta enfermedad radica en la prevención y el tratamiento precoz. Si no se ataca a tiempo y de manera adecuada, el linfedema puede convertirse en una afección severa que produce cierta discapacidad. En la mayoría de los casos puede atenuarse e incluso mejorar controlando el exceso de líquido en los tejidos. Esto alivia el dolor y permite recuperar la movilidad.

Los tratamientos más efectivos para el linfedema son el drenaje linfático manual, las vendas y las mangas de compresión. Todos ellos  favorecen la circulación de la linfa fuera del área afectada, atenuando la hinchazón. También son recomendables los ejercicios específicos para mejorar la amplitud de movimiento y la flexibilidad.

Si necesitas más información sobre el linfedema, puedes pedir una cita con alguno de nuestros especialistas en ginecología u oncología al WhatsApp 9935-0393.

 

Fuente: Breastcancer.org

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