El 4 de junio se celebra el Día Mundial de la Fertilidad para crear conciencia sobre la dificultad que tienen muchas personas para tener hijos biológicos. Y también se busca difundir los avances médicos que hoy pueden ayudarlos a concretar el sueño de traer un niño al mundo.
Qué es la infertilidad
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la infertilidad es “un trastorno del aparato reproductor (masculino o femenino) que consiste en la incapacidad para lograr el embarazo después de 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección”. Es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo en edad de procrear: se estima que hay unos 48 millones de parejas y unos 186 millones de personas que se ven afectadas por la esterilidad. Ésta puede ser primaria cuando nunca se ha logrado el embarazo y secundaria si se ha conseguido al menos una vez.
La infertilidad o la baja fertilidad puede darse tanto en hombres como en mujeres, y las causas son muy diversas y de distinto origen, tanto físico como emocional. Pueden afectar los factores ambientales y ligados al régimen de vida como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la obesidad. Se estima que la exposición a contaminantes y toxinas también puede tener un efecto tóxico en el número y la calidad de los óvulos y los espermatozoides, y esto podría causar esterilidad.
En el aparato reproductor femenino, la esterilidad puede deberse a:
• trastornos de las trompas uterinas (obstrucción, por ejemplo) como consecuencia de infecciones de transmisión sexual no tratadas o de complicaciones de un aborto peligroso, una septicemia puerperal o una intervención quirúrgica abdominal o pélvica
• un trastorno uterino de origen inflamatorio como la endometriosis, congénito (útero tabicado) o benigno (fibroma)
• un trastorno ovárico, como la poliquistosis ovárica y otros trastornos foliculares
• trastornos del sistema endocrino que alteran los niveles de hormonas reproductivas
• diabetes
• haber realizado un tratamiento contra el cáncer
• edad avanzada.
En el aparato reproductor masculino, la esterilidad puede deberse a:
• una obstrucción del aparato reproductor que causa una disfunción en la emisión de semen. Por lo general, se deben a lesiones o infecciones del aparato genital;
• trastornos hormonales que causan desequilibrios en las concentraciones de las hormonas secretadas por la hipófisis, el hipotálamo o los testículos.
• insuficiencia testicular (falta de producción de espermatozoides) debida, por ejemplo, a un varicocele o un tratamiento farmacológico (como la quimioterapia) que altere las células productoras de espermatozoides;
• deficiencias en la función o la calidad del esperma. Las enfermedades o las situaciones que alteran la forma o la movilidad de los espermatozoides afectan negativamente a la fertilidad. Por ejemplo, el uso de esteroides anabolizantes puede alterar parámetros del esperma, como su recuento y su forma.
Qué hacer
Los servicios de atención a la esterilidad y de ayuda para la fertilidad pueden beneficiar a parejas heterosexuales, parejas del mismo sexo, mujeres que desean vivir la maternidad de forma individual, personas con determinados problemas de salud (como el VIH), que han sobrevivido a un cáncer o que ya no están en edad de lograr un embarazo por vías naturales.
Hace más de 30 años que se aplican técnicas de reproducción asistida e intervenciones que implican la manipulación de los espermatozoides y óvulos o de los embriones en un laboratorio con el objetivo de lograr un embarazo. Esto ha permitido dar a luz a más de 5 millones de niños en todo el mundo.
En Hospital Zafiro contamos con un especialista en fertilidad que puede guiar a cada paciente en el proyecto de lograr un embarazo. Para consultas, pedir cita con el Dr Norman Morales al Whatsapp 3306-8475.