Implante coclear: un avance milagroso

El primer implante coclear lo realizaron en Francia los doctores André Djourno y Charles Eyriès, el 25 de febrero de 1957, y lograron que un hombre sordo de 50 años pudiera percibir los sonidos.

¿Qué es un implante coclear?

El implante en sí es un pequeño aparato electrónico, que no recupera la audición normal, sino ayuda a dar una sensación de sonido a una persona profundamente sorda o con serios problemas de audición. El implante tiene una sección externa que se coloca detrás de la oreja, y otra interna, que se ubica debajo de la piel a través de una intervención quirúrgica. La intervención en general es segura, con las complicaciones que se pueden llegar a presentar en cualquier tipo de cirugía.

¿Cómo funciona?

El implante coclear es diferente al audífono, ya que este último amplifica los sonidos para que puedan ser detectados por los oídos dañados. Los implantes cocleares se ubican alrededor de las partes dañadas del oído y estimulan directamente el nervio auditivo. El nervio auditivo envía las señales generadas por el implante al cerebro y el cerebro las reconoce como un sonido.

La experiencia de percibir los sonidos a través de un implante coclear es distinta a la de escuchar con audición normal, y toma un tiempo acostumbrarse. Pero gracias a ellos, muchas personas pueden reconocer señales de advertencia, entender sonidos en el ambiente, y disfrutar de una conversación. En sus primeros tiempos, el implante coclear anulaba la audición natural, pero la tecnología actual busca que el paciente conserve su audición limitada, y que a su vez tenga la asistencia del implante para la decodificación de los sonidos.

¿Quiénes pueden recibir implantes cocleares?

La FDA aprobó los implantes cocleares a mediados de la década de los ’80 para tratar la pérdida de audición en los adultos, y desde el año 2000, amplió la aprobación para niños a partir de los 12 meses de edad, que cumplan ciertos requisitos. Para diciembre del 2019, aproximadamente 736,900 dispositivos registrados ya se habían implantado en personas en todo el mundo

Los estudios también han demostrado que los niños (aptos) que reciben el implante antes de los 18 meses de edad, pueden desarrollar habilidades de lenguaje similares a las de los niños con audición normal.

Los implantes cocleares también pueden beneficiar a algunos adultos que han sufrido una pérdida de audición completa o parcial. Ellos aprenden a asociar las señales captadas por los implantes con los sonidos que recuerdan.

No todas las personas logran el mismo nivel de audición con el implante. Y también es necesaria la participación del paciente luego de la cirugía, donde comienza el proceso de aprender a interpretar los sonidos creados por un implante. Es una tarea que lleva tiempo y práctica, y requiere de la participación de especialistas como audiólogos y fonoaudiólogos.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *