Hepatitis: síntomas y formas de contagio

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cada año hay en América 10.000 nuevas infecciones provocadas por el virus de la hepatitis B, que causan más de 23.000 muertes. Se diagnostica sólo al 18% y apenas un 3% recibe tratamiento.

¿Qué es la hepatitis?

La hepatitis es la inflamación del hígado, o de órganos que se lesionan o infectan, pudiendo  llegar a dañar al hígado y afectar su funcionamiento.  Puede manifestarse como una infección aguda o a corto plazo o como una infección crónica o a largo plazo. Algunos tipos de hepatitis solo causan infecciones agudas y en otros puedense tanto   agudas como crónicas.

Existen diferentes tipos de hepatitis y causas:

  • Hepatitis viral:  es la más común.  Puede ser tipo  A, B, C, D y E.
  • Hepatitis alcohólica: la provoca el excesivo consumo de alcohol.
  • Hepatitis tóxica: puede ser causada por algunos venenos, productos químicos, medicamentos o suplementos.
  • Hepatitis autoinmune: es crónica y se manifiesta cuando el propio sistema inmunitario ataca al hígado. Si bien no se conoce la causa, se estima que puede deberse a causas genéticas.

¿Cómo se transmite?

La hepatitis A y E se transmiten por el contacto con agua o alimentos contaminados con deposiciones de una persona infectada. La del tipo E también pueden ser provocadas por el consumo de carne de cerdo, ciervo o mariscos poco cocidos.

La hepatitis B, C y D se transmiten por el contacto con la sangre de una persona con la enfermedad. La B y D también pueden propagarse en otros fluidos corporales, al compartir agujas de drogas o tener relaciones sexuales sin protección.

 Síntomas

Algunas personas con hepatitis no presentan síntomas y no saben que están infectadas. Pero Si se presentan síntomas, pueden incluir:

  • Fiebre
  • Fatiga
  • Pérdida de apetito
  • Náuseas y/o vómitos
  • Dolores abdominales
  • Orina oscura
  • Heces claras
  • Dolores articulares
  • Ictericia (tono amarillento en la piel y el blanco de los ojos)

Los síntomas pueden comenzar entre 2 semanas y 6 meses después de haberse infectado, pero en el caso de una  infección crónica, es posible que no aparezcan  síntomas hasta muchos años después de haber contraido la enfermedad.

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU.

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