La Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM, por sus siglas en inglés), asegura que los problemas de sueño constituyen una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida de más del 45% de la población mundial.
La falta de sueño puede afectar nuestro sistema inmunológico. Hay estudios que demuestran que las personas que no duermen lo suficiente o no tienen horas de sueño de calidad, tienen más probabilidades de enfermarse. Es que dormir poco nos hace más vulnerables a virus como los del resfrío común, los anticuerpos y las células que combaten infecciones disminuyen y también tardamos más en recuperarnos.
Durante el sueño, el sistema inmunológico libera citocinas, sustancias protectoras que promueven el sueño. Su producción se puede ver afectada al dormir poco, donde también disminuyen los anticuerpos y las células que combaten infecciones. Por eso es necesario descansar y dormir en el caso de padecer una enfermedad infecciosa como bronquitis, resfrío, influenza, sinusitis e infección urinaria, entre otras.
Dormir poco o mal se nota en la balanza
La falta de sueño, a largo plazo aumenta el riesgo de obesidad, diabetes, depresión, ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Esto ocurre porque se alteran los ritmos circadianos, que son el reloj biológico de los sistemas de nuestro organismo.
En el caso de la obesidad y la diabetes, la Fundación Española del Corazón explica que la falta de sueño provoca que los adipocitos (células grasas) liberen menos leptina, que es la hormona supresora del apetito. A su vez, el insomnio provoca que el estómago libere más grelina, que es la hormona del apetito. Por eso es que se asocia la falta de sueño con el riesgo de sobrepeso u obesidad.
¿Cuánto y cómo hay que dormir?
Para reforzar el sistema inmunitario y evitar las enfermedades, los adultos deben dormir 7 u 8 horas de “buen sueño” por noche. Los adolescentes necesitan de 9 a 10 horas de sueño, y los niños en edad escolar, más de 10 horas de sueño.
¿Qué se entiende por dormir bien? El sueño debe cumplir con estos tres requisitos:
- Duración: lo suficiente para estar descansados y alertas durante el día.
- Continuidad: dormir sin interrupciones para que el sueño sea efectivo.
- Profundidad: el sueño debe ser lo suficientemente profundo como para permitir que se restauren todas las funciones vitales.
Los expertos en estudios del sueño aseguran que dormir bien es uno de los tres pilares fundamentales para gozar de una buena salud, junto con una dieta equilibrada y ejercicio regular.
En Hospital Zafiro contamos con un especialista en alteraciones del sueño. Puedes contactar al Dr. Mario Arteaga Lemus, especialista en Psiquiatría y Medicina del Sueño al WhatsApp 9935-0393.
