Más del 10% de la población mundial padece de enfermedad renal crónica (ERC), y un alto porcentaje de las personas afectadas lo desconocen. Esto les impide tomar las medidas que podrían evitar las fases más avanzadas, e incluso la diálisis o el trasplante renal.
La Enfermedad Renal Crónica (ERC) puede producir un deterioro progresivo de las funciones renales. Se considera que la enfermedad es crónica si se persiste al menos tres meses, durante los cuales se evidencian complicaciones en la salud. La Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo, con sede en Madrid, España, ha publicado un interesante artículo del que compartimos algunos conceptos:
. En la insuficiencia renal, una alimentación adecuada y completa es uno de los pilares básicos del tratamiento. También lo es en todas las etapas de la vida, ya que ayuda a prevenir enfermedades crónicas e incluso y retrasar el progreso de las existentes. Una dieta completa y equilibrada es aquella que cubre los requerimientos energéticos y proteicos, y que aporte los hidratos de carbono, lípidos, proteínas, minerales y vitaminas.
. La dieta adecuada en los enfermos renales ayuda a prevenir la acumulación de sustancias, que si sus riñones funcionaran correctamente serían eliminadas a través de la orina. Cuando esto no sucede se acumulan en la sangre provocando complicaciones en la salud de distintos niveles de gravedad.
. Es muy importante controlar la alimentación en todos los estadíos de la enfermedad, adaptándola a medida que la insuficiencia renal avanza. En las distintas fases de ERCA (Enfermedad Renal Crónica Avanzada) va disminuyendo la capacidad de filtrado de los riñones, por eso es necesario extremar el cuidado de la dieta. Se van a disminuir los límites diarios de potasio, fósforo y sodio hasta que el paciente comience a recibir un tratamiento renal sustitutivo (hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante renal). En esta instancia hay menos restricciones dietéticas, aunque haya que mantener ciertos límites en el aporte de micronutrientes, para que no se acumulen y alcancen niveles tóxicos entre una diálisis y otra.
. Los requerimientos proteicos varían conforme avanza la enfermedad. Por eso es muy importante la supervisión de un nutriólogo o profesional de la nutrición para evitar un estado de desnutrición y que el paciente cubra todos los requerimientos energéticos.
5 recomendaciones para la dieta del paciente con ERC
1.- Escoger en lo posible alimentos naturales. Esto facilita conocer su composición para detectar el contenido de elementos críticos como el potasio.
2.- Los alimentos congelados son recomendables ya que su proceso de conservación ayuda a la eliminación del potasio.
3.- Los vegetales en conservas de cristal son otra buena opción ya que no suelen contener fosfatos como conservante. De todos modos se recomienda lavarlos antes del consumo.
4.- Evitar platos preparados o precocidos ya que contienen alto contenido de conservantes que aportan sodio, fósforo y otros
5.- Utilizar hierbas aromáticas cono sustituto de la sal, como enebro, cebollino, perejil, laurel, azafrán, romero, orégano, albahaca, tomillo, etc.