¿Cuántos abrazos se necesitan por día para estar sano? Es un hecho que los abrazos mejoran la salud. Un hospital estadounidense lo comprobó en 1995, tras el nacimiento de dos gemelas 12 semanas antes de la fecha de parto prevista. En ese entonces, el protocolo en EE. UU. exigía que las niñas fueran puestas en incubadoras diferentes para que no tuvieran contacto, y así evitar alguna infección.
Tras los primeros días en la incubadora, una de ellas empezó a fortalecerse y ganar peso, mientras que la otra permanecía en estado crítico y mostraba problemas de respiración. Una enfermera colocó a las dos bebés en la misma incubadora, y la más sana, de forma espontánea, abrazó a su hermanita. Sorprendentemente, el ritmo cardíaco y temperatura de la niña más débil se normalizaron y sobrevivió. Una vez dadas de alta, los padres continuaron con la terapia y las gemelas durmieron en la misma cama hasta los 5 años y la salud de ambas siguió mejorando.
El caso de las gemelas Brielle y Kyrie Jackson se bautizó como “el abrazo de rescate”, y dio lugar a una investigación por parte de la University of Massachusetts Memorial. A raíz de ello, hubo un cambio en la normativa hospitalaria en la política de prevención de infecciones y también se comenzó a investigar sobre la eficacia de este método para tratar a gemelos, trillizos y cuatrillizos prematuros.
¿Qué ocurre en el cuerpo cuando abrazamos?
Nuestra piel tiene receptores que identifican estímulos como el tacto, la temperatura y la presión, y envían la información a la corteza cerebral. Allí es decodificada y asimilada como una caricia, cosquillas, un pellizco, un abrazo. Durante el abrazo con una persona que queremos, sucede lo siguiente:
- Segregamos oxitocina y endorfinas que reducen los niveles de cortisol y adrenalina (hormonas del estrés), y esto nos ayuda a sentirnos más relajados.
- Liberamos serotonina y dopamina, que contribuyen al bienestar y la calma.
- Se activa nuestro sistema límbico, encargado de la regulación emocional. Esto contribuye a reforzar los vínculos afectivos como la confianza o el apego.
¿Qué ocurre en nuestra mente cuando abrazamos?
Los abrazos y la expresión del afecto tienen mucho que ver con nuestro desarrollo como seres humanos.
- En los niños, el abrazo potencia su seguridad, ya que sienten que cuentan con un referente adulto que los acompaña incondicionalmente. Esto ayuda a su regulación emocional y la maduración cognitiva.
- En los adultos también son fundamentales los abrazos. Hay estudios que confirman que el índice de rupturas es mayor en parejas en las que uno de los miembros no expresa su afecto en forma de abrazos o caricias.
10 principales beneficios de los abrazos
- Reducen el estrés y la tensión.
- Brindan sensación de seguridad y protección.
- Promueven bienestar y calma.
- Mejoran la autoestima, y generan empoderamiento.
- Regulan el estado de ánimo y el nivel de energía.
- Estimulan la capacidad sensitiva.
- Refuerzan los procesos de memoria y aprendizaje. La dopamina aumenta el buen humor y la motivación y las emociones ayudan a asentar los recuerdos.
- A nivel fisiológico, se reduce la presión arterial y la respiración se vuelve más pausada.
- Hay estudios que refieren mejorías en cefaleas, insomnio, regulación del apetito, dolor crónico, retraso del envejecimiento (por la hormona DHEA) y refuerzo del sistema inmunológico.
- Potencian las relaciones interpersonales y los sentimientos de conexión.
Ocho abrazos al día
Son tantos los beneficios de los abrazos que algunos autores han investigado sus propiedades para promover la salud. Paul Zak, investigador de la Universidad de Claremont, en California, EE. UU., ha llegado incluso a “prescribir” 8 abrazos al día como una forma de liberar oxitocina y mejorar el bienestar.
Es muy importante tanto dar como recibir o pedir abrazos. ¿Has tenido ya tu cuota diaria? ¡Es bueno para tu salud y la de tus seres queridos!