¿Sabes cómo actuar en caso de una quemadura?

Las quemaduras pueden producirse en accidentes domésticos, por el contacto con superficies o sustancias calientes, por exposición a los rayos solares o por un mal uso del fuego o la pirotecnia. En los niños, las quemaduras más frecuentes ocurren por el contacto con superficies calientes como la plancha, la tapa del horno o un calefactor.  También por acción sobre la piel de líquidos o bebidas calientes como té, café, caldo, etc.

Las quemaduras pueden ser de primero, segundo y tercer grado. Las de primer grado son las menos graves y solo afectan la capa superior de la piel. La zona afectada puede doler, enrojecer o hincharse levemente, y en algunos casos, si no se tratan adecuadamente, pueden dejar una cicatriz. Este tipo de quemaduras ocurren por tocar accidentalmente una estufa caliente o una plancha para el cabello o la ropa. Las quemaduras solares también pueden ser de primer grado.

La mayoría de las quemaduras de primer grado se pueden tratar en casa, por eso es importante saber qué hacer:

    1. Enfriar la zona afectada sumergiéndola en agua fría del grifo o con compresas frías y húmedas. Hacer esto unos 10 minutos o hasta que el dolor desaparezca.
    2. Aplicar vaselina dos o tres veces al día. No utilizar recetas caseras como ungüentos, pasta de dientes, mantequilla, margarina, aloe vera, manzana, tomate, etc. ya que pueden causar una infección. Tampoco utilizar antibióticos tópicos.
    3. Cubrir la quemadura con una gasa o vendaje esterilizado antiadherente. Si se forman ampollas, no romperlas sino dejarlas curar solas mientras mantiene el área cubierta.
    4. En caso de mucho dolor puedes tomar algún analgésico de venta libre como ibuprofeno.
    5. Una vez que la piel se haya curado, proteger del sol la zona afectada cubriéndola con la indumentaria, y aplicar protector solar de amplio espectro resistente al agua, con un SPF de 30 o más. Esto ayudará a minimizar las cicatrices, ya que el enrojecimiento de una quemadura a veces persiste durante semanas, especialmente en aquellos con tonos de piel más oscuros.
    6. Las quemaduras de primer grado generalmente se curan por sí solas sin tratamiento médico. Sin embargo, si la zona afectada es muy grande o si la víctima es un bebé o una persona mayor, lo indicado es acudir lo antes posible a una sala de emergencias.

Prevenir, mejor que curar

Hay algunas pautas básicas que reducen enormemente los riesgos de quemaduras más habituales:

  • Manipular sustancias calientes con mucho cuidado y mantenerlas lejos del borde de mesas y mesadas.
  • Evitar el contacto con objetos o recipientes calientes al tener a un niño en brazos.
  • Controlar la temperatura del agua del baño antes de colocar a los niños.
  • Bloquear el acceso a estufas o cocinas encendidas.
  • Mantener fuera del alcance de los niños elementos que generan calor (planchas de ropa o  cabello, fósforos y encendedores).
  • Probar la temperatura de los alimentos antes de dárselo a los niños.
  • Prestar atención al manipular combustibles, líquidos inflamables y alcohol.
  • Jamás avivar un fuego con líquidos inflamables.
  • No exponerse a los rayos solares entre las 11.00 y las 15.00, y usar siempre protección solar de factor 50 o superior.
  • En el caso de usar pirotecnia, elegir lugares abiertos alejados de las viviendas y fuera del alcance de los niños. Nunca usar elementos de fabricación casera o no  autorizados. No usar más de un producto a la vez, ni encender apuntando hacia otra persona.
Fuente: Academia Americana de Dermatología

 

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