La circuncisión es la extirpación quirúrgica de la piel que recubre el extremo del pene. Es un procedimiento frecuente entre los recién nacidos varones de algunas partes del mundo como EE.UU. Si bien es bastante más complejo, también es posible realizarla después del período neonatal.
La circuncisión se puede realizar como parte de un ritual religioso, por tradición, por una cuestión de higiene personal o como cuidado preventivo de la salud. Por el contrario, hay quien considera que la circuncisión es innecesaria e incluso una mutilación o una desfiguración. En general se practica dentro de los 10 días posteriores al nacimiento.
Salud + tradición
La circuncisión es un ritual religioso o cultural para muchas familias judías e islámicas, y también entre algunas tribus aborígenes de África y Australia. A veces hay una necesidad médica de realizarla; por ejemplo, cuando el prepucio está demasiado apretado como para retraerlo sobre el glande. En otros casos se la recomienda a niños mayores y hombres para reducir el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).
La American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría, AAP) afirma que los beneficios de la circuncisión superan los riesgos. Y si bien no la recomienda como rutina para todos los niños recién nacidos, deja la decisión a los padres y apoya el suministro de anestésicos para los bebés que se sometan al procedimiento.
Beneficios
- Higiene: la circuncisión facilita el lavado del pene.
- Menor riesgo de infecciones urinarias y enfermedades de transmisión sexual.
- Prevención de problemas como fimosis (imposibilidad de retraer el prepucio).
- Menor riesgo de padecer cáncer de pene.
Algo más
- La circuncisión podría no ser una opción si existen trastornos en la coagulación de la sangre, ni. ser adecuada para bebés prematuros o que nacen con anomalías en el pene.
- La circuncisión no afecta la fertilidad y, en general, no se cree que aumente ni disminuya el placer sexual en los hombres o en sus parejas.