Hay adultos que comen tanto o más que un adolescente, y sin embargo no ganan peso. Otros, en cambio, parece que con solo mirar un postre ya hacen subir la balanza. La diferencia reside principalmente en el tipo de metabolismo, la masa muscular y la actividad física que lleva a cabo cada uno.
¿Qué es el metabolismo? Es el proceso por el cual el organismo convierte los alimentos ingeridos en la energía que el cuerpo necesita para funcionar. Un equivalente aproximado sería el del combustible que hace andar un automóvil.
Como un automóvil
Un metabolismo ágil quema calorías (combustible) rápidamente, mientras que uno lento requiere menos para mantener el cuerpo en funcionamiento. Con nuestro ejemplo del automóvil, a 100 km/h consume un 30% más de combustible que a 80 km/h. Esto es porque al andar más rápido el motor trabaja más y por ende, consume más energía.
Nuestra tasa metabólica está determinada por la genética, por eso hay gente que nace con un metabolismo lento o rápido. Pero no basta con atribuir el aumento de peso a la genética y lamentarse o conformarse con ello. Hay formas de activarlo para poder lograr o mantener un peso saludable.
El metabolismo se puede modificar o acelerar aumentando la masa muscular magra: un cuerpo musculoso necesita más energía para funcionar que uno con mayor porcentaje de grasa corporal. La masa muscular se aumenta principalmente con ejercicios de musculación (pesas). Con el paso de los años esta actividad es fudamental, ya que la masa muscular disminuye a medida que envejecemos. Esto aletarga la tasa metabólica y hace subir de peso.
Mitos y leyendas
Muchas revistas y publicaciones en Internet dan soluciones milagrosas para activar el metabolismo y lograr la ansiada baja de peso. La mala noticia es que según los expertos, gran parte de estas recetas son solo un mito. Así lo sostiene, en este caso, la Academia Americana de Nutrición y Dietética (AAND):
. Alimentos mágicos: si bien hay algunos estudios que demuestran que el té verde y los chiles picantes aumentan temporalmente la tasa metabólica, esta suba no es tan significativa ni permanente como para que incida la baja de peso.
. Comidas después de las 8 de la noche: la ingesta en horas de la noche no empeora la situación ni hace más lento el metabolismo. Lo que puede ocurrir es que la gente se sienta más relajada en sus casas y coma de más mientras mira televisión. Lo ideal es hacer ingestas regulares y moderadas durante todo el día para evitar ataques de hambre o ansiedad que terminen en un atracón. Y si se come tarde, lo mejor es hacerlo a conciencia para detectar cuando se está satisfecho para no sumar calorías sin hambre.
. Dietas muy bajas en calorías / saltear comidas: contrariamente a lo que se cree, no es la mejor solución para perder peso. Un déficit de calorías puede llegar a ser contraproducente ya que nuestro cuerpo es muy inteligente y está programado para sobrevivir. Por eso si se limita severamente la ingesta, el organismo “piensa” que está entrando en una etapa de hambruna y se pone en modo de ahorro de calorías. El cuerpo se adapta a la ingesta calórica restringida y empieza a usar menos energía para realizar las mismas tareas. En definitiva ¡hace más lento el metabolismo!
Plan de acción
Lo ideal, según recuerda la AAND, es resistir el impulso de hacer dietas restringidas o saltear comidas. Nada mejor que elegir alimentos saludables y variados, incluyendo granos integrales, legumbres, frutas y verduras. Y no olvidar incluir actividad física frecuente. La ecuación dieta + ejercicio aeróbico + ejercicios de resistencia (pesas) + manejo del estrés + suficientes horas de sueño es la mejor fórmula para lograr un bienestar general y estar en forma.
El Centro de Nutrición de Hospital Zafiro cuenta con médicos y licenciados especializados en Nutrición Clínica, y puede brindarle asesoramiento para delinear una dieta personalizada y un plan de actividad física adecuado para lograr un peso saludable.
