Según informes recientes, hay al menos 735.671 hondureños con obesidad o sobrepeso. Muchos de ellos no tienen hábitos saludables de alimentación, ya sea por desinformación, por desinterés, por causa de la inseguridad alimentaria o por limitaciones presupuestarias. Un informe reciente de las Naciones Unidas, Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional del 2022, reporta que el 22,5% de las personas en América Latina y el Caribe no cuenta con los medios suficientes para acceder a una dieta saludable.
Inseguridad alimentaria
La inseguridad alimentaria puede darse por falta de disponibilidad de alimentos, falta de recursos para obtenerlos o la combinación de ambos. En estos casos, las personas no tienen acceso regular a suficientes alimentos seguros y nutritivos, y es más difícil que puedan crecer y desarrollarse normalmente para tener una vida activa y saludable.
Políticas alimentarias
La crisis de los precios de alimentos y combustibles causada por el conflicto en Ucrania y las secuelas de la COVID-19 son grandes disparadores de la inseguridad alimentaria. Por eso es crucial continuar con los planes de contención social que se vienen implementando desde el 2019.
Otras medidas para permitir el acceso a una dieta saludable son las políticas alimentarias que incluyan el etiquetado nutricional, el subsidio de alimentos nutritivos y la aplicación de impuestos sobre alimentos ricos en calorías y bajos en valor nutricional, que no forman parte de una dieta saludable.
Clarissa Etienne, directora de la OPS (Organización Panamericana de la Salud), hace especial hincapié en la necesidad de redoblar esfuerzos para abordar la malnutrición mediante políticas públicas. Según la funcionaria, es necesario “crear entornos alimenticios saludables, eliminar las grasas trans de producción industrial, implementar el etiquetado frontal de advertencia, regular la publicidad de alimentos no saludables, establecer impuestos a las bebidas azucaradas, y apoyar las políticas de alimentación saludable y actividad física en las escuelas”.
Etienne asegura que combatir las malas prácticas alimentarias es clave para encontrar soluciones y asegurar el acceso a una alimentación saludable a todos los habitantes de la región, reduciendo así el riesgo de enfermedades relacionadas con el sobrepeso, la obesidad y la malnutrición.
¿Qué es una dieta saludable?
Según se explica en las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, una dieta saludable debe incluir frutas, verduras, cereales integrales, leche y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa. También una variedad de alimentos con proteínas como mariscos, carnes magras, huevos, legumbres (frijoles y guisantes), productos de soja, nueces y semillas. Se debe limitar el consumo de grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sal (sodio) y azúcares agregados.
Para acceder a los alimentos saludables y, a la vez, cuidar el presupuesto, hay algunos consejos que conviene tener en cuenta:
- Diseñar un menú semanal con antelación, para poder elegir ingredientes más económicos (el apuro es mal consejero).
- Calcular bien las porciones para tener menos desperdicio.
- Buscar recetas para utilizar las sobras en platos sabrosos y atractivos para la familia.
- Cocinar el doble de cantidad y congelar la mitad para otro día.
- Organizar los alimentos del refrigerador y la despensa para que queden más a la vista los que tienen una fecha próxima de caducidad, para no tener que desecharlos una vez vencidos.
- Comprar frutas y verduras de temporada.
- Ir al supermercado con una lista de compras y respetarla, a menos que se encuentre alguna promoción realmente conveniente.
- Revisar los artículos perecederos en los supermercados. Muchas veces suelen tener descuentos cuando se aproxima la fecha de caducidad.
Si deseas más información sobre cómo organizar una dieta saludable a tu medida, puedes pedir una cita con nuestros especialistas del Centro de Salud y Nutrición en el WhatsApp 9935-0393.