El cáncer de próstata es tumor en una glándula reproductiva masculina ubicada entre la vejiga y el recto. Tiene el tamaño de una nuez y es la encargada de producir el líquido seminal que nutre y transporta el esperma. Este tipo de cáncer es el segundo más frecuente en hombres después del de piel, con un 17% de incidencia, que puede resultar mortal en el 3% de los casos.
Síntomas
En sus primeros estadíos, el cáncer de próstata puede no presentar signos o síntomas. Pero a medida que avanza pueden aparecer:
- Problemas para orinar
- Disminución en la fuerza del flujo de la orinar
- Sangre en la orina
- Sangre en el semen
- Dolor de huesos
- Pérdida de peso sin hacer dieta
- Disfunción eréctil
Factores de riesgo
- Edad: el riesgo aumenta a medida que pasan los años, en especial pasados los 50.
- Raza: los hombres de raza negra tienen mayores chances y tasa de mortalidad por esta causa.
- Antecedentes familiares: tener un familiar de primer grado con cáncer de próstata aumenta la probabilidad de desarrollar la enfermedad.
- Dieta: hay estudios recientes que demuestran que una dieta rica en grasas de origen animal puede incrementar el riesgo de tener cáncer de próstata.
Diagnóstico
Para detectar eñ cáncer de próstata se pueden realizar principalmente 3 pruebas: un examen digital rectal, una ecografía transprostática y un examen sanguíneo, denominado PSA (antígeno prostático específico).
Examen digital: es realizado por el médico para evaluar la glándula prostática a través de la pared anterior del recto, con el fin de detectar alguna zona anormal o indurada a nivel de la próstata. Sin embargo debido a que no se pueden examinar todas las zonas de la próstata, algunos tumores pueden no ser detectados usando este método como modalidad única.
Ecografía transrectal: es un procedimiento relativamente sencillo, ambulatorio que no requiere anestesia o sedación. Permite observar cualquier alteración a nivel de la próstata, como imágenes nodulares sólidas que podrían indicar una patología maligna. Este estudio sirve como estudio complementario y guía para realizar una biopsia, si fuera necesario.
PSA: es una proteína producida por la próstata. Se mide su valor en sangre y si bien los individuos con cáncer de próstata tienen valores por encima de 4,0 ng/ml (un valor elevado), no en todos los casos implica la presencia de un tumor maligno. De hecho, la causa más frecuente de elevación del PSA es la hiperplasia prostática benigna (agrandamiento de la próstata no maligna). En general cuanto mayor es el valor de PSA mayor es también probabilidad de diagnóstico de cáncer de próstata, sin embargo en algunos estudios se observó que hasta un 20% de los pacientes con cáncer de próstata mostraban valores normales de PSA (falsos negativos) y hasta un 40% de pacientes sin diagnóstico de cáncer tuvieron valores anormales (falsos positivos). En conclusión, sólo un 30% de los hombres con valores anormales será diagnisticado con cáncer de próstata. Cuando un test de PAA presenta resultados anormales, el médico indicará si es necesario realizar otros estudios como una ecografía transrectal o una biopsia.
Biopsia: es un procedimiento seguro que no requiere internación. Durante el acto se toman varias muestras de distintos sitios anatómicos de la próstata, que se envían para su análisis anátomo-patológico. En general el procedimiento se tolera bien, pero pueden haber algunas molestias transitorias
Tratamiento
Algunos tipos de cáncer de próstata crecen lentamente y permanecen limitados a la glándula prostática sin causar daños graves. Solo pueden necesitar un tratamiento mínimo o ninguno con un monitoreo periódico indicado por el médico. Pero en otros casos pueden ser agresivos y diseminarse con rapidez; aquí el paciente puede requerir radioterapia, cirugía, terapia hormonal, quimioterapia y otros tratamientos.
Prevención
- Mejorar la dieta: aún debe probarse de manera concluyente si se puede “evitar” el cáncer de próstata a través de la dieta. Pero seguir una dieta saludable con una variedad de frutas, verduras y cereales integrales puede mejorar el estado de salud en general.
- Reemplazar suplementos por alimentos: no hay aún estudios que hayan demostrado que los suplementos desempeñen una función en la reducción del riesgo de cáncer de próstata. Pero el consumo de alimentos ricos en vitaminas y minerales ayuda mantener un aporte de nutrientes beneficiosos para el organismo.
- Hacer ejercicio: la actividad física mejora el estado de salud en general, ayuda a mantener un peso adecuado y mejora el estado de ánimo. Por eso lo ideal es “moverse” en lo posible todos los días de la semana; las personas sedentarias pueden comenzar de a poco e ir aumentando la frecuencia gradualmente.
- Mantener un peso saludable: esto se puede lograr con una dieta saludable y variada y ejercicio frecuente. De ser necesario, aumentar la cantidad de ejercicio y reducir el consumo diario de calorías; lo ideal es buscar la supervisión de un especialista para que diseñe un plan personalizado.
- Evaluar riesgos con el médico: quienes corren un alto riesgo de padecer cáncer de próstata, deben consultar al médico para evaluar el consumo de medicamentos o tratamientos.
Estudios ¿sí o no?
Actualmente existe controversia en cuanto a la realización de estudios para detectar el cáncer de próstata.
Pros: al ser una patología frecuente, causa muchas muertes anuales y morbilidad por complicaciones en estadíos avanzados de la enfermedad. El screening permite una detección en estadios más tempranos de la enfermedad, que ayudaría a disminuir la mortalidad asociada, aunque esto aún está claramente demostrado.
Contras: tratar un paciente por una enfermedad que quizás nunca le hubiera causado problemas, sometiéndolo a estudios invasivos como una biopsia o un examen digital rectal, o un test de PSA con falso positivo.
La Asociación Americana del Cáncer (ACS) insiste en el concepto de “decisión informada”, donde el paciente y el médico deben conversar sobre los pros, contras, riesgos y certezas de someterse a un programa de screening o tamizaje anual, y en función a esto consensuar una estrategia posterior.
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